La marca que es conocida y tradicional en el mercado nacional, aquella que usa fiestas, posadas y reuniones de amigos y familiares podría desaparecer de las tienditas y tiendas de autoservicio.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha realizado un análisis detallado de distintas marcas de refrescos, incluida Jarritos. Sí, la marca que es conocida y tradicional en el mercado nacional, aquella que usa fiestas, posadas y reuniones de amigos y familiares podría desaparecer . Dicha marca podría enfrentar problemas en el mercado mexicano debido a presuntas prácticas de publicidad engañosa.
Según las normativas de la Profeco, todos los productos deben cumplir con las promesas y afirmaciones hechas en su publicidad y etiquetado para ser considerados confiables. En el caso de Jarritos, la marca de refrescos, su eslogan afirma: “Jarritos, ¡qué buenos son!”; no obstante, no se especifica en qué aspecto son buenos. Ricardo Sheffield, procurador federal del consumidor, advirtió esta situación en un adelanto de la Revista del Consumidor de mayo proporcionado a Milenio.
Sheffield señaló que Jarritos debe aclarar “para qué son buenos” o eliminar dicho enunciado de sus etiquetas para poder permanecer en el mercado. Además de Jarritos, otros cuatro refrescos podrían enfrentar problemas en el mercado mexicano debido a publicidad engañosa, falta de información precisa en las etiquetas, entre otros motivos.
En la edición de mayo de la Revista del Consumidor, la Profeco examinó 46 refrescos distintos, algunos de los cuales podrían ser retirados del mercado si no realizan los cambios necesarios para cumplir con las expectativas de los consumidores. Entre los refrescos evaluados, 22 contienen una combinación de jarabe de maíz de alta fructosa y edulcorantes no calóricos, ocho contienen solo azúcares, 15 no tienen calorías y uno es bajo en calorías.
¿Qué otros refrescos podrían salir del mercado?
Ameyal de Mundet: Su etiqueta muestra imágenes de frutas, específicamente fresa y kiwi, pero el análisis de la Profeco reveló que no contiene fruta, lo cual es engañoso para el consumidor.
Sidral Aga: Su etiqueta indica que está elaborado con un 20% de jugo concentrado de manzana, pero el análisis de la Profeco demostró que solo contiene un 1%.
Sisi: Contiene un edulcorante calórico, pero no especifica en su etiqueta la cantidad del mismo, lo cual es obligatorio.
La Croix: Sus indicaciones están en inglés, y para venderse en el mercado mexicano, también deben estar en español.
A pesar de que la mayoría de los productos cumplen con los requisitos, Ricardo Sheffield, procurador del Consumidor, recomienda que los menores de edad los consuman solo en ocasiones especiales como fiestas, ya que contienen edulcorantes calóricos no recomendados para su edad.
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