• La sustracción de estas tapas provoca accidentes que pueden ser mortales.
• Propone tipificar como delito el robo de mobiliario urbano.
Las personas que sustraigan, se apoderen, comercialicen o posean mobiliario urbano de manera ilegal recibirán de dos a cuatro años de prisión, y hasta seis cuando se trate de coladeras, alcantarillas o tapas de registro propiedad gubernamental, establecen las reformas al Código Penal de la entidad propuestas en el Congreso mexiquense
En sesión, se explicó que tipificar como delito el robo de mobiliario urbano busca contrarrestar la sustracción ilegal de coladeras pues provoca accidentes que pueden llegar a ser mortales para peatones, conductores de motocicletas y bicicletas, además de un peligro latente para personas con discapacidad.
Solo en la Ciudad de México, cada año se roban 2 mil 920 tapas de alcantarilla, de las cuales diariamente se reponen ocho, mientras que la inversión para sustituir coladeras y rejillas asciende a más de 47 millones de pesos, pues cada una de estas ronda entre los 17 mil y 20 mil pesos, mientras que en la clandestinidad su precio no supera los 400 pesos pues se compran como fierro viejo.
Al recordar el caso de las hermanas Sofía y Esmeralda Sánchez, quienes perdieron la vida cuando iban de paso a un concierto y no lograron reaccionar ante una coladera sin tapa, ante el pleno se indicó que las y los legisladores tienen el compromiso de coadyuvar para que la población genere respeto por su entorno y entienda que es gracias al mobiliario urbano que es posible tener una vida más segura y confortable.
La iniciativa será analizada por la Comisión de Procuración y Administración de Justicia.
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